Los lugares para mantener relaciones sexuales no tienen límite. Las saunas y spas son algunos de estos sitios que pueden tener riesgos para la salud de quienes lo practican. 

El sexo en lugares lúdicos como un spa, saunas liberales o locales de intercambio de parejas pueden ser entornos distintos para dar rienda suelta a las fantasías sexuales tanto en pareja, como con desconocidos o si mantenemos sexo en grupo. Pero, ¿qué riesgos para la salud puede tener visitar este tipo de lugares destinados a propiciar encuentros sexuales? Para Gema García Gálvez, ginecóloga y responsable de la consulta de sexología médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, estos lugares se pueden considerar entornos seguros siempre que cumplan las medidas sanitarias vigentes, incluidas aquellas relativas a la prevención de la Covid-19, como en su momento fueron las pruebas para el diagnóstico o la vacunación.

Con respecto a los riesgos para la salud asociados a spa o saunas liberales, García Gálvez destaca que asistir a estos sitios “como en cualquier otro evento en el que se junta un grupo numeroso de personas, no debería haber problemas todo el mundo cumplen las medidas sanitarias”. En este sentido, sobre el riesgo en general que puede conllevar mantener relaciones en grupo en lugares como un spa o una sauna liberal, esta ginecóloga recalca que “no difiere de cualquier otro modelo de relaciones sexuales, siempre que sean consentidas y saludables y protegidas respecto a las enfermedades de transmisión sexual”.

En cuanto a las precauciones higiénicas para acudir a spa y saunas liberales serían similares a las de una piscina: el uso de toalla y sandalias para prevenir infecciones por hongos, así como evitar llevar el bañador mojado durante largos periodos para prevenir posibles infecciones urinarias. Además, se recomienda el uso de crema solar si se trata de piscinas o terrazas exteriores donde estemos expuestos al sol.

A menudo el sexo esporádico o en grupo -que se presupone es más habitual en espacios destinados a encuentros sexuales como un spa, una sauna o un local de intercambio de parejas- se relaciona con un incremento de infecciones de transmisión sexual como el VIH, el virus papiloma humano, la gonorrea, la clamidia o la sífilis. Al respecto, la responsable de la consulta de sexología médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid recuerda que “la práctica de riesgo es la promiscuidad no bien entendida en la que uno no se protege adecuadamente para evitar el embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual”.

A su juicio, este tipo de prácticas cuando se entienden como cualquier otra, como puede ser el sexo en pareja en el entorno privado, no tienen por qué conllevar riesgos asociados siempre que el contacto sexual sea seguro y consentido. De igual modo, esta ginecóloga comenta a CuídatePlus que, en términos generales, el sexo en grupo no está ligado a un mayor riesgo emocional. En su opinión, las personas que practican sexo en grupo o realizan intercambios de parejas están preparadas para ello, aunque subraya la necesidad “tener claros los límites al establecer relaciones afectivas en este contexto”.

Por último, sobre la importancia de la educación para la salud en este tipo de encuentros sexuales, García Gálvez considera que “las prácticas en grupo que se enfoquen en lo genital alimentarían disfunciones sexuales porque muchas personas que no tienen la suficiente actitud de relajación o desinhibición exponiéndose en grupo no conseguirá ni orgasmos, ni erecciones, ni excitación, con lo cual también generará frustración”.

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