Tan importante es el destino como el lugar donde hospedarnos, por ello los viajeros cada vez priorizan más el lugar donde pernoctarán, para sumar el hotel a la aventura completa del viaje.

Más allá de las clásicas cabañas sobre el mar, te presentamos espectaculares alojamientos rodeados de aguas impresionantes, que son una experiencia en sí. Cuevas, habitaciones submarinas, hospedajes con los mejores entornos y otros lugares fuera de lo común, algunos asequibles y para otros tendrías que preparar el bolsillo.

Dormir bajo el mar y rodeado de peces en un paraje paradisíaco es posible en Maldivas. The Muraka, que forma parte del Conrad Maldives Rangali Island Resort, abrió sus puertas en 2018 para convertirse en la primera suite de hotel submarina del mundo.

La estructura de dos pisos consta de un dormitorio principal con baño, un dormitorio doble con baño, una terraza y una piscina infinita en la planta superior y un dormitorio doble y un baño en la sección submarina. Este dormitorio tiene un techo y paredes de cristal acrílico curvado que permite a los huéspedes observar la vida marina en el exterior, mientras que el cuarto de baño en suite y el vestidor tienen secciones de cristal del suelo al techo.

La estancia en The Muraka es una experiencia exclusiva y los huéspedes pueden llegar directamente en hidroavión privado desde el aeropuerto o trasladarse en lancha rápida desde el complejo principal. Asimismo, el hotel incluye una lancha rápida privada de guardia, motos acuáticas de cortesía, un mayordomo y un chef privados, masajes de guardia, tratamientos de spa y un entrenador personal.

Una experiencia parecida se puede vivir en el resort The Manta, en la Isla de Pemba (Tanzania), cerca de la costa de Kenia. Este alojamiento cuenta con una habitación sumergida en el Océano Índico donde se pueden apreciar todos los espectáculos acuáticos que normalmente no están a la vista y, todo ello, desde su cama doble.

El enclave donde se encuentra la habitación está a unos 250 metros de tierra, en lo que allí llaman el “Agujero Azul”, que cuenta con gran variedad de corales y abundancia de vida marina, perteneciente a un área de conservación marina. Por ello, los peces y organismos que rodean las ventanas de la habitación están especialmente protegidos y cuidados. Antes de bajar al dormitorio, en el piso a nivel del mar, existe una zona de descanso y aseo, con productos totalmente biodegradables y respetuosos con el fondo marino.

Justo encima se encuentra una azotea apta para tomar el sol o apreciar las estrellas y diferentes constelaciones en las horas nocturnas, ya que en este lugar no hay rastro alguno de contaminación lumínica.

En Bahamas se encuentra un emplazamiento idílico con un alojamiento muy distinto: un barco. Hablamos de Ocean Cay MSC Marine Reserve, una isla privada de MSC Cruceros que es un ejemplo de restauración medioambiental. A finales de 2019 la naviera inauguró este espacio, que convirtió un lugar de extracción de arena industrial en un entorno paradisíaco con una reserva marina de 64 millas cuadradas. Hasta que la empresa se hizo con el espacio, esta isla era un lugar completamente yermo y desangelado. Gracias al plan de recuperación, ahora cuenta con más de 3,2 kilómetros de playas de arena blanca rodeadas de infinitas vistas panorámicas de aguas cristalinas, vegetación y fauna, para que los pasajeros puedan empaparse del vibrante espíritu de las Bahamas.

En este destino convive en armonía con el ecosistema local y se basa en un fuerte compromiso con la restauración de los recursos marinos y la conservación continua de la vida marina existente, incluidos los hábitats y las especies que se encuentran en el área. Esto incluye la recuperación de corales en peligro de extinción y la implementación de otros programas educativos y de conservación.

Todos los barcos de MSC Cruceros que zarpan de Miami y Puerto Cañaveral hacen escala en Ocean Cay y permanecen en la isla hasta altas horas de la noche, lo que permite a los pasajeros disfrutar de tiempo suficiente para descubrir todo lo que la isla tiene para ofrecer y con la tranquilidad de volver a dormir a sus camarotes.

Un paraíso de intimidad y romanticismo para los huéspedes que desean escapar de los lugares más transitados; un alojamiento que hace honor a su nombre: Secret Bay.

Un alojamiento de Relais & Châteaux oculto entre los árboles del exuberante bosque de Dominica, que se abren al Mar Caribe desde un acantilado que da acceso a una playa secreta. Las villas, diseñadas por el célebre arquitecto Fruto Vivas con materiales sostenibles y locales como el cedro rojo, se integran en el paisaje con elegancia.

Adentrándose en el mar desde la costa noreste de República Dominicana se encuentra Cayo Levantado. También conocida como la Isla Bacardí, por un anuncio de la marca grabado aquí en la década de 1970, la pequeña y pintoresca isla de se encuentra a solo cinco kilómetros de la bahía de Samaná, y cuenta con brillante arena blanca y playas bordeadas de palmeras.

Cada día, salen pequeños botes-taxi desde el puerto de Samaná, en la avenida Marina, que llevan a los visitantes a esta pequeña isla. Pasa el día nadando, tomando el sol, navegando en kayak o haciendo ‘paddle boarding’, y disfruta de pescado fresco en el lado público de Cayo Levantado. Por lo que puedes visitar la isla sin necesidad de quedarte allí a dormir.

Igual que se puede disfrutar del día con una pequeña excursión, también podrás pasar la noche en el hotel de lujo de Bahía Príncipe, que abrirá próximamente en la isla. El impresionante alojamiento, llamado Cayo Levantado Resort, nace de la sostenibilidad a todos los niveles, siendo el enfoque medioambiental uno de los pilares de desarrollo del proyecto.

Una combinación insuperable de montaña, mar y, además, “un Caribe diferente”. En República Dominicana se encuentra el Luxury Bahía Príncipe Samaná, un excelente hotel que da la oportunidad de dormir en un paraíso desconocido de espaldas a la montaña y mirando al mar.

Además de por sus vistas y playa privada, este alojamiento merece la pena por encontrarse en un enclave sin igual homónimo: Samaná. Sus montañas ondulantes y valles forman ríos cristalinos que desembocan en el Atlántico mientras se precipitan hacia brillantes playas de arena blanca que se extienden cientos de kilómetros alrededor de la costa rocosa de la península. Es como si las aproximadamente 1.500 ballenas jorobadas que visitan la bahía de Samaná cada año apreciasen este esplendor natural tanto como los visitantes.

Cielos azules, noches luminosas, momentos evocadores. The Caves es una utopía artesanal que combina todo el glamour natural de Negril (Jamaica) con una actitud moderna y metropolitana.

Esta reserva natural convertida en el nirvana del viajero se encuentra a solo minutos de la impresionante playa de arena blanca de 7 millas de Negril, donde la aventura y el encanto son suyos. Combinando el auténtico encanto de la isla con el lujo relajado, The Caves es la mejor escapada para la relajación, la revitalización y el romance puro. The Caves cuenta con 12 cabañas idílicas junto al acantilado, una gran villa, cuevas privadas y el exclusivo Blackwell Rum Bar. También hay un spa, jacuzzi, sauna, bañera de hidromasaje privada y piscina de agua salada, todo a solo unos pasos del resplandeciente mar de color zafiro.

Tan importante es el destino como el lugar donde hospedarnos, por ello los viajeros cada vez priorizan más el lugar donde pernoctarán, para sumar el hotel a la aventura completa del viaje.