Decenas de canchas de fútbol, hotel de lujo, cine y piscinas: cómo es Valdebebas por dentro, la fábrica de cracks del Real Madrid - Infobae

2022-05-14 04:00:50 By : Ms. Shally Liu

“Madrid, Madrid, Madrid, Madrid y nada más, y nada más, Hala Madrid”. El nuevo himno que suena en el Santiago Bernabéu también truena en Valdebebas, la inmensa ciudad deportiva inaugurada por el Real Madrid en 2005, que implica una renovación tecnológica y deportiva para que el club más ganador del Siglo XX continúe alimentando la leyenda de la producción de grandes cracks desde sus divisiones inferiores.

Actualmente, 46 jugadores de la liga española son producto de la cantera blanca, también llamada “La Fábrica”, esparcidos en distintos clubes, porque llegar al primer equipo es muy complicado, muchos saben que cuanto más cerca estén de la Primera División, más difícil será permanecer.

Nacho Fernández, los brasileños Casemiro y Filipe Luis (Flamengo y ex Atlético Madrid y Chelsea) y el uruguayo Federico Valverde pasaron por el Real Madrid Castilla, como se conoce al equipo B. Si para el Fútbol Club Barcelona un gran momento de sus divisiones inferiores fue cuando tres de sus jugadores (Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Lionel Messi) fueron postulados para la terna al Balón de Oro del año, para los blancos, un hito fue cuando para la temporada 1979/80 tuvieron que disputar la final de la Copa del Rey el Real Madrid y el Castilla, es decir el A y el B, en un hecho irrepetible, porque a partir de entonces se cambió la normativa para que no puedan enfrentarse un equipo y su filial.

Otros jugadores surgidos del Real Madrid que actualmente integran equipos de Primera División son Álvaro Morata (Juventus), Borja Hermoso y Marcos Llorente (Atlético Madrid), o Dani Parejo (Villarreal), y antes de ganar títulos sentados en el banco del equipo principal, pasaron por su filial tanto Zinedine Zidane como Santiago Solari, mientras que otros ex jugadores reconocidos como José María Gutíerrez (“Guti”), Álvaro Arbeloa y Fernando Morientes trabajaron en distintas categorías.

“La mejor ciudad deportiva del mundo”, también conocida como “la casa del Real Madrid del Siglo XXI”, ocupa una superficie de 1.200.000 metros cuadrados y vino a reemplazar desde 2005 a la anterior, conocida como “Begoña”, ubicada en la zona de “Las cuatro Torres” en Paseo de la Castellana, no muy lejos del estadio Santiago Bernabéu, hoy convertida en un complejo edilicio tras haber conseguido el club la recalificación de esos terrenos.

En el Real Madrid creen que no es para nada casual que quien haya colocado la primera piedra el 30 de septiembre de 2005 fuera el lateral derecho Daniel Carvajal, luego ganador de cuatro UEFA Chamnpions Leagues, pero que en aquel momento integraba el equipo de la categoría Alevín A, del que era ya el capitán con once años de edad.

Carvajal, que fue elegido en aquella oportunidad para aparecer junto a una gloria y entonces presidente honorario, el argentino Alfredo Di Stéfano, es considerado un ejemplo de perseverancia, porque emergió del segundo equipo, el Castilla, en 2011, emigró a Alemania por falta de posibilidades en tiempos de los “Galácticos”, jugó la temporada 2012/13 en el Bayer Leverkusen y sus excelentes rendimientos hicieron que regresara, ahora como titular, al conjunto blanco, donde permanece hasta hoy. Otro caso parecido es el de Lucas Vázquez (extremo reconvertido en lateral), quien surgió de la cantera blanca, se fue al Espanyol por falta de horizonte, y regresó al plantel del Real Madrid.

Tampoco es casual que el complejo ultra moderno de tamaño diez veces mayor al anterior de Begoña, cuarenta veces mayor que el Santiago Bernabéu, dieciséis veces mayor que la Plaza Roja de Moscú y 2,7 veces mayor que el Estado Vaticano haya sido diseñado por el arquitecto Carlos Lamela con una forma de letra “T”.

El primer equipo trabaja y se concentra en donde se encuentra la parte más corta de la “T” y en la parte larga, los distintos planteles de la cantera, con el significado de que el camino para llegar a la máxima categoría es muy largo y de muchos sacrificios.

El mayor complejo deportivo construido por un club está ubicado en el Parque Valdebebas, el mayor proyecto urbanístico de la historia de la Comunidad de Madrid y futuro pulmón verde de la capital española. Abarca 1067 hectáreas y desde su terreno se puede llegar a observar la nueva Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas, inaugurada meses después de la ciudad deportiva.

La construcción de la primera fase llevó apenas un 20 por ciento del espacio total. En la definición del proyecto trabajaron 23 arquitectos, 5 arquitectos técnicos, 2 ingenieros, 4 ingenieros técnicos y 8 personas de delineación, asistencia administrativa y otros.

El edificio alberga vestuarios, gimnasios, aulas, salas de conferencias, despachos, salas de hidroterapia, consultorios médicos y salas de prensa, sumados a once campos de entrenamiento de fútbol con césped natural y artificial, y con tribunas hasta para 11000 personas. El consumo de riego diario es de aproximadamente 800 metros cúbicos, y de agua sanitaria, de unos 250 metros cúbicos.

En una visita por la ciudad deportiva de Valdebebas, lo primero que se divisa al llegar es un parking para unos trescientos coches, desde donde se accede al edificio. Pasando el hall de entrada se llega a la cafetería “La Cantera”, desde donde se pueden seguir los entrenamientos desde sus amplios ventanales. Ya el área de categorías inferiores genera la primera restricción: sólo pueden pasar los familiares y hasta los equipos rivales y los árbitros tienen acceso al vestuario y al campo, pero no a las instalaciones. Las categorías inferiores tienen siete campos de entrenamiento, y cada uno tiene su tribuna y el césped natural es el mismo que el del Bernabéu, traído de Países Bajos.

En cambio, los jugadores del primer equipo disponen de un parking privado y desde allí se accede a la cabeza de la “T”. Allí se concentran los despachos de trabajo y uno de los mejores centro médicos del mundo. En la planta baja hay una gran sala de fisioterapia y otra de hidroterapia, compuesta por cuatro piscinas, dos piletas, sauna y baño turco, y en el piso superior hay una sala VIP para los jugadores y una zona para los medios de comunicación.

El vestuario es la culminación del sueño del niño que llegó a la categoría inferior, Está comunicado con un gran gimnasio y campos de entrenamiento y hay una zona de calentamiento del césped artificial.

Otro parte importante de la ciudad deportiva de Valdebebas son las residencias, inauguradas en 2014, con una gran piscina cubierta, sala de juegos, cine y 57 habitaciones individuales en más de 7800 metros cuadrados. Los deportistas que suelen alojarse allí provienen del fútbol y del básquetbol, y de allí los trasladan a un colegio que tiene convenio con el Real Madrid y al que concurren setenta jugadores entre los 13 y los 19 años.

Avanzando por las instalaciones se distingue el Pabellón, destinado para entrenamientos de los equipos de básquetbol, tanto del primer equipo como de la cantera y para celebración de eventos institucionales, luego las oficinas corporativas, construidas desde abril de 2018 para empleados del club -una construcción vanguardista con cinco pisos en 14000 metros cuadrados-. Y luego, una oficina de atención al socio. Este edificio tiene dos accesos, uno por la avenida de las Fuerzas Armadas y otro desde el interior de la Ciudad Deportiva. Y finalmente, el estadio “Alfredo Di Stéfano”, inaugurado el 9 de mayo de 2006 y con capacidad para 6000 espectadores, que fue utilizado como localía durante la pandemia para avanzar en las obras de remodelación del Santiago Bernabéu.

En las divisiones inferiores del Real Madrid hay jugadores provenientes de distintas regiones de España como País Vasco, Cantabria, Andalucía, o Valencia, pero la condición es que tengan, como mínimo, trece años, porque el club considera que con menos edad no están dadas las condiciones para que un chico se desarrolle cotidianamente sin la compañía de su familia, según considera el gabinete psicológico que también trabaja en las instalaciones.

“El futuro es el día a día. Cuando se gana, ya hay que pensar en el objetivo de siempre”, es el lema que se suele utilizar en las divisiones inferiores blancas, le indica a Infobae una fuente que prefiere no ser mencionada y que trabaja allí. “Es el afán de superación diaria, así se alimenta la leyenda blanca”, finaliza.