Esta pequeña casa en Wattle Bank, Australia, está formada por tres contenedores de transporte marítimos de 6 metros cada uno integrados de manera funcional.

En el contexto de cambio climático en el que nos encontramos, una estrategia es reducir nuestra huella de carbo y con ello puede que tengamos que abandonar algunos hábitos a los que estamos acostumbrados, pero seguramente habrá lugar para el disfrute de otros aspectos de la vida.

Mudarnos a lugares en las afueras de las ciudades, nos permite tener más espacio verde para contemplar, incluso para construir una pequeña huerta y cultivar nuestros propios alimentos.

Para una pareja australiana, Amy Plank y Richard Vaughan, la reducción de tamaño de su vivienda significó desprenderse de las obligaciones domésticas que implicaba mantener una casa más grande, para tener la libertad de hacer surf, cultivar un huerto y disfrutar de la naturaleza cuando y como lo quisieron siempre.

Con la esperanza de hacer realidad su sueño de un estilo de vida sostenible y minimalista, Plank y Vaughan encontraron la libertad que esperaban en la construcción de una pequeña casa con contenedores marítimos.

Situada en una parcela de la granja de los padres de Amy, la casa Wattle Bank de la pareja fue diseñada y construida por la empresa de construcción de casas modulares Modhouse, fundada por los padres de Amy, Mark y Melissa Plank.

Cada contenedor de 6 metros que compone la pequeña casa se conecta entre sí a través de pasillos integrados.

Estos pasillos también ayudan a aprovechar al máximo el espacio vital disponible al albergar cuartos de servicio, como la lavandería y la entrada.

En toda la casa, las entradas y los ventanales que van desde el suelo al techo, dan la sensación de amplitud y de que se vive casi al aire libre. Estas aberturas están pensadas también para aprovechar la energía solar pasiva.

Las extensiones del tejado, que están separadas, ayudan a aumentar el cociente de eficiencia térmica de la casa. Con una calificación de 7,1 estrellas, la eficiencia energética de la casa se consigue gracias a los tejados elevados y un revestimiento exterior especial, recubierto con capas de aislamiento térmico.

Mientras que el revestimiento metálico exterior contribuye a proteger la casa de los elementos naturales, el interior, más suave y cálido, se consigue con el suelo de madera de roble de Tasmania y las paredes, techos y armarios de madera contrachapada Ecoply.

Al elegir todos los materiales de construcción de la casa, Vaughan y Plank dieron prioridad a su atractivo ecológico. Los materiales de bajo impacto, como la madera con certificación FSC y sin formaldehído, y el sellado natural de las paredes y los suelos contribuyen al factor de sostenibilidad general de la casa.

Además, Vaughan y Plank confiaron en los conocimientos de los comerciantes y constructores locales para reducir su huella de carbono y apoyar la economía local.

Esta pequeña casa incorpora además, paneles solares fotovoltaicos en el tejado para su propio autoconsumo.

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