Lo diseñó Gary Player, el jugador de golf sudafricano considerado uno de los mejores de la historia de este deporte. Aval sobrado para garantizar que el campo de Almerimar, localizado en la urbanización marítima homónima, a apenas media hora de Almería, a 45 kilómetros del aeropuerto y a cinco del Parque Natural de Punta Entinas-Sabinar, se catalogue entre los más tops no solo de Andalucía, sino de toda España.

Para empezar, es el primero que se construyó en la provincia (y el único de 27 hoyos), allá por 1976, cuando Player ideó junto a su colega Rob Kirby un paraíso con calles anchas y amplísimos greens con plantas autóctonas que hace las delicias de todo amante de este juego.

Hay más, ya que dentro de él (tiene una extensión de 802.000 metros cuadrados) también hay espacio para un hotel de lujo (AR Golf Almerimar) perfecto relajarse al sol (el buen clima durante todo el año es una de las señas de identidad de la zona) entre lagos, palmeras, barras de sushi, un solarium con vistas al mar (está a unos 300 metros) y fotogénicas (y tranquilas: dato muy a tener en cuenta) piscinas de ésas para quedarse horas.

El alojamiento de 112 habitaciones de estilo acogedor y funcional pertenece al Grupo AR Hoteles, de origen español y con otros complejos en Almería (el AR Almerimar, de cuatro estrellas, se encuentra a 900 metros), Segovia y Madrid. Pero, sin duda, éste es la joya de la corona al estar concebido como un auténtico oasis donde a lo que se viene sí o sí es a jugar al golf si se quiere, claro (para los profanos en el tema y para los niños hay cursos desde nivel cero), pero también a desconectar.

Golfterapia como marca de la casa

No en vano, la golfterapia es la marca de la casa del hotel. 

O todo una para combinar la práctica del deporte con un alojamiento de lujo y una zona wellness para dejar a un lado el estrés. "La mayoría de los clientes viene a jugar al golf en un campo tan excepcional como éste, cómodo, con enormes zonas arboladas, bien diseñado, pero también a desconectar", asegura Marisa Parrón, jugadora profesional, embajadora de la Solheim Cup femenina a la vez que directora comercial del campo.

De padre español y madre sueca, Parrón tiene claro que hay pocos espacios así en España (y en el mundo). 

Por algo es el preferido de los ciudadanos nórdicos, que se reservan cada año su escapada a Almerimar. "No fallan", añade subida a uno de los buggies (el garaje de la Casa Club de Golf tiene capacidad para 60) que recorren las instalaciones. Por eso, la sauna y el baño turco no faltan en la área wellness, que también cuenta con un circuito de aguas termales así como camas de burbujas y 12 salas de tratamientos.

De todo eso se encarga Nazaret Gutiérrez, la responsable del spa, al que cada mañana engalana con lavanda, la misma que usa para los masajes. "Es lo mejor contra el estrés", asegura frente a la piscina de agua fría. 

No en vano, "el que más triunfa es el de aromaterapia", confirma la joven, natural de la zona de Cabo de Gata, que también tiene su versión con naranja, limón u otras esencias. 

Incluso es posible disfrutar de una envoltura de chocolate o marcarse un ritual facial para quitarse años de un plumazo.

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