Salir esquiando desde la cabaña es el principal atractivo de Las Pendientes Ski Village, una pequeña zona privada a 1400 metros de altura en San Martín de Los Andes que tiene cabañas al costado de dos pistas de ski. Se trata del único lugar en el país en el que se puede hacer esto, y Guillermina Valdés eligió ese hospedaje para pasar las vacaciones de invierno a solas con Lorenzo, su hijo menor.

El lugar es ideal para quien quiere salir con los esquíes puestos desde la puerta de su casa sin necesidad de trasladarlos al hombro, así también como para principiantes que buscan pistas fáciles donde aprender lejos del multitudinario cerro. Cuenta con dos pistas de ski, una con un poma y otra con aerosilla, cuya base está a unos metros del restaurante Terrazas del Refugio con vista al volcán Lanín y al lago Lácar.

El predio cuenta con un poco más de 90 casas de distintos emprendedores, que se encuentran tanto al costado de ambas pistas como entre los caminos internos. El proyecto que comenzó hace 25 años se encuentra a 30 minutos del pueblo y a 3 kilómetros del cerro, pero eso no es un impedimento para ir al cerro Chapelco a esquiar ya que existen atajos directos en forma de caminos desde los que se puede ir esquiando. Es decir que quienes se alojan allí pueden ponerse los esquíes en la comodidad de su casa e ir esquiando directamente al cerro sin la necesidad de viajar en auto y transportar el equipamiento. Para alivianar las intensas jornadas de este deporte de nieve, incluso hay familias que aprovechan estos caminos para volver a su cabaña a almorzar, cambiarse la ropa mojada y luego volver por el mismo atajo a continuar la tarde.

El emprendimiento que empezó con la montaña pelada hoy tiene gas natural, fibra óptica, un generador eléctrico y una proveeduría. En Las Pendientes también hay un Ski Rental de equipos para quienes no tienen los propios sin tener que ir al centro y un servicio de transporte que -en caso de no esquiar o querer bajar al restaurante sin la ropa apropiada- pueden pagar motos de nieve para subir y bajar a la cabaña. Quienes estén aprendiendo a esquiar, pueden tomar clases con uno de los 30 instructores que hay allí y si tienen hijos pequeños pueden dejarlos al cuidado de la guardería donde aprenderán y pasarán el día con otros chicos.

Una de las actividades más atractivas es la bajada con antorchas, en la que una noche a la semana los esquiadores del lugar se suman para bajar esquiando en fila con antorchas encendidas al ritmo de la canción Carrozas de Fuego.

Guillermina Valdés se encuentra en El Refugio Ski & Summer Lodge, un emprendimiento de 44 unidades de 53 a 93 metros cuadrados destinadas a un pool de rentas. Para una semana de ski en temporada alta, las propiedades más chicas con capacidad para tres adultos y dos menores se pueden alquilar desde $637.000 con IVA incluido y con desayuno, hasta $1,3 millones el paquete que incluye también la cena, los equipos y los pases para las dos pistas exclusivas de Las Pendientes. Mientras tanto, las unidades de tres ambientes con capacidad para hasta cinco adultos tiene un precio base de $1,2 millones la semana y el combo más caro asciende a $2,1 millones la semana.

El proyecto inmobiliario comenzó en 2019 y esta temporada terminó de lanzar sus últimas unidades más grandes. Tiene SUM con área de fuego y parrilla, sala de estar, áreas de parrilla con living recreacional, Kids Club con guardería, servicio de charter desde el aeropuerto, dos quinchos con parrillas para 15 personas equipados, spa, piscina in-out, gimnasio, sauna seco, sauna húmedo, área de relax, sala de masajes y ducha escocesa. Este año registró un volumen importante de turistas, locales y extranjeros, que vienen desde países limítrofes a disfrutar el paisaje andino. Como Valdés, otros famosos eligieron la privacidad del lugar. Hace poco estuvo Fede Bal, aunque algunos otros lo visitan con perfil bajo.

En el resto de Las Pendientes, los alquileres semanales promedian los US$5000 para casas de 400 metros, donde se pueden alojar una o dos familias cómodas según la casa.

El Refugio Ski & Summer Lodge, donde se hospedan Guillermina y Lorenzo, se terminó de construir este invierno y se encuentra en la parte baja de la pista del poma. Una de sus ventajas es su baja ubicación en la montaña, por lo que está cerca al restaurante. Se trata de 11 módulos de cuatro unidades cada uno. De los 44 departamentos totales hay vendidos 42 y por ahora no hay publicados en reventa. Los de un dormitorio se comercializaron a US$185.000 mientras que los de dos se vendieron a US$235.000. Se ofrece como fideicomiso y se financia con anticipos del 40%. Luego se paga en 12 cuotas en pesos actualizadas por la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). A partir de su primera temporada, las unidades demostraron rendir una rentabilidad anual del 8% y 9% en dólares.

El proyecto diseñado por el estudio de arquitectura Tao Desarrollos a cargo del Arq. Willie Zorzit y Gustavo García Villanueva, y comercializado por Toribio Achával y Finca Sur Servicios Inmobiliarios, contempla lanzar una tercera etapa con tipología similares. Mientras tanto, lanzaron una saga del proyecto con cabañas de 150 metros bajo el nombre “Los Altos El Refugio”, las cuales se venden a US$365.000.

Mientras tanto, en Las Pendientes la oferta de casas a la venta -que es escasa- parte de los US$700.000 de 300 metros cuadrados hasta US$900.000 las más grandes de 400 m². Tampoco quedan muchos lotes a la venta, de los cuales el promedio es de 2500 metros cuadrados y se ofrecen entre US$160.000 y US$180.000. Los disponibles al día de hoy son mayoritariamente para particulares, ya que no quedan más de los que podían destinarse a fines comerciales como cabañas turísticas.

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